Y Nos Fuimos En Una Empezamos A La Una Quevedo
Pero te voy a decir que hay una cosa previa que a mí me parece muy interesante y que yo siempre discutí: la Sociología tuvo una hegemonía muy fuerte en lo relativo al feminismo, y su lenguaje el sociológico. Hubo ahí una disputa de poder discursivo que negaba el poder de la lengua literaria. Eso, para mí, siempre fue un tema y cuando nosotros entramos a La Morada a hacer talleres de lectura, a leer a Gabriela Mistral, empezamos a leer, a hacer crítica literaria desde una perspectiva también del afuera de la academia. Empezamos a hablar también del feminismo como fenómeno social, cultural, a incorporar lenguajes poéticos, narrativas otras de la subjetividad. Fue algo fascinante. Indicar esas políticas de escritura y lectura, como perforar un pozo profundo, como encontrar archivos perdidos. La crítica literaria feminista es crítica de la cultura, el lenguaje es el acervo de signos y significaciones. El lenguaje literario es una arqueología. Empezamos, entonces, a hablar el feminismo de una manera mucho más interesante desde mi modo de ver, porque era un discurso que buscaba trayectoria, buscaba tradiciones, signos, resignificaciones, etcétera. Lo que hace la literatura no? No lo hace ningún otro lenguaje, no lo hace la sociología.
y nos fuimos en una empezamos a la una Quevedo
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